martes, 24 de agosto de 2010

Inmortalidad (parte 4)

Y tras una larga temporada sin publicar, estoy de regreso... Aunque no garantizo que siga regularmente, si les garantizo temas para seguir pensando. Claro que eso es bastante relativo. Por lo pronto, a seguir...

Bueno, sin duda el ser inmortal ha sido algo muy deseable para la gente desde el inicio de los tiempos, pero fuera del hecho de ver morir a tus seres queridos quedan ahora desventajas de las formas reales de inmortalidad... que puse en un post anterior.

Lo malo de la inmortalidad por sustitución de cuerpo:

Aunque luzca extraordinario el tener un cuerpo sustituto la verdad es que quizás podríamos terminar con una ligera crisis de identidad debido al choque de tener un cuerpo al que no estamos acostumbrados. Quizás con el tiempo podríamos acostumbrarnos al proceso, pero luego queda el hecho de que dependeríamos plenamente de la efectividad del proceso. Aunque la tecnología avance y realmente puede que el proceso se haga eventualmente más seguro nada impide problemas imprevistos o simplemente que nuestros herederos, aburridos de nuestra larga vida saboteen el proceso a propósito. Claro que no tenemos forma de estar seguros, podría ser que cada proceso sea el último; además que no nos salva de tener una muerte violenta que acabe con nuestra mente. Creo que sin duda la paranoia invadiría nuestro día a día y eso no es realmente vivir...

Lo malo de la inmortalidad por mente cibernética:

Una vez eres un robot o androide que vivirá por siempre tendrás muchos más motivos para preocuparte, así es como el tener que reforzarte contra lo virus informáticos, tener que autorrepararte de tener daños y por último se debe de tener una fuente de poder renovable y durable o al menos procurarse los medios para renovar la energía. Además que es posible que con el tiempo te surjan preguntas como si realmente eres tú mismo al haber cambiado todo tu cuerpo... Eso además de que quizás te invada la nostalgia, ¿no extrañarás la sensación de calor, sentir el aire en tu rostro o sencillamente el contacto humano? Creo que eventualmente nos invadiría la locura y optaríamos por la autodestrucción.

Lo malo de la inmortalidad por transdiferenciación:

Hay muchas cosas malas de hecho, lo primero es que al volver a nuestro estado de infantes seríamos bastante vulnerables y por tanto nada garantiza nuestra supervivencia. Tendríamos que tener una persona (o personas) de confianza a la cual encomendaríamos nuestra salud y cuidados hasta valernos por nosotros mismos. Otro punto interesante es el de que a pesar de ser la misma persona, al volver a la forma infante es probable que perdamos nuestros recuerdos ya cimentados y estos empiecen desde cero lo cual haría variar nuestra personalidad según sea el ambiente en el que volvamos a crecer. Estaríamos quizás en el mismo proceso en el cual estaba Benjamin Button, aunque claro, puede que nuestro proceso sea menos extremo.

Y bueno, creo que con esto se termina mi cátedra sobre el poder de la inmortalidad... Hasta la próxima entrega...

Nos leemos...

1 comentario:

  1. Recuerdo un cuento de Asimov que hablaba de ese tema... La humanidad habia perdido sus cuerpos y habian evolucionado a meras formas de energia incorporeas e inmortales. Todos los sentidos se fucionan, pero al tenerlos todos y tambien los imaginables, es igual que no tener ninguno. Ya no se podia sentir con el tacto o expresar tristesa con las lagrimas. Una parte realmente buena Ed.

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